martes, 31 de enero de 2012

Corre, corre


     Era tan temprano que los gallos aún remoloneaban. Se calzó unos botines y salió andando, primero despacio y luego dando grandes zancadas. Llevaría varias horas de marcha cuando inició un trote rítmico y acompasado. Le entró apetito y sin detenerse, mordisqueó un bocadillo que sacó de su bolsillo, hecho un amasijo. Aceleró y ahora corría como un poseso. Le sangraban los pies. Ya atardecía cuando resbaló y cayó en una escombrera. Su cabeza se abrió como un melón. Por fin llegó a ninguna parte.

2 comentarios:

  1. Me ha recordado un fragmento de Forrest Gump, correr y seguir corriendo...
    Hasta ningún lugar.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que Robert Zemeckis, director de Forrest Gump, encontró mi relato perdido en un vagón de metro, y lo utilizó para la película (después disimuló diciendo que la idea provenía de una novela de Winston Groom)Tendré que quejarme a Wikipedia.

      Bueno...lo cierto es que todo esto sería un buen guión para otro relato corto...u otra película.

      Un abrazo

      Eliminar