miércoles, 18 de abril de 2012

Derrota


Le habían expulsado de todos los colegios. Nunca se sintió comprendido por sus educadores. Bebió como pudo de los charcos de cultura que encontraba en la calle y que le dejaron posos de conocimiento. Pretendió ser tolerante pero la tolerancia le dio la espalda. Contó las cicatrices y no le salían las cuentas. No recordaba haber luchado en tantas batallas. Quizás la principal herida era él mismo y puede que ya naciera marcado. La noche le sorprendió en una ventana contemplando su propia derrota.

3 comentarios:

  1. Fue un alumno modélico y sirvió de ejemplo a sus hermanos. Derrochó horas de sueño y estudio a una amalgama de conocimientos que no retuvo.
    La única batalla que podrá contar es la que, justo a estas alturas de su vida, asoma en la ventana.

    Al caer la noche, le sorprende la luna haciendo recuento de todas sus armas intactas y dispuesto a luchar.

    Si me permites.

    Un abrazo

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  2. Gracias por comentar y como siempre de manera brillante, enriqueciendo el texto original. Siempre es más cálido el comentario en el propio blog que a lo que me tienen acostumbrado mis amigos y conocidos a través de Facebook, mucho más impersonal.

    Un abrazo

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  3. Cuando digo amigos y conocidos me refiero a "reales" y no a "virtuales" entre los que, por supuesto, te encuentras.

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