Quise ponerle tu nombre a una estrella pero todas aquellas que mi vista alcanzaba, ya lo tenían. Exploré la noche y caminé con mis ojos por el firmamento buscando el mínimo resquicio donde pudiera distinguirse un fragmento de luz innominada. Conseguí apartar el débil destello de una estrella fugaz y fijarla con mis intensas ganas en la profundidad inversa del cielo. Ahora, guardo en secreto ese brillo que sólo yo veo y que llevará tu nombre mientras mis huesos se muevan.
Publicado en Relatarium el 24-11-2011, firmado como country49
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